En busca de la inclusión de niños con discapacidad a escuelas regulares

Guardería Ángeles para Lucy cumple siete años este 2015, a lo largo de este tiempo ha apoyado a padres y madres que tienen la necesidad de trabajar con el cuidado de sus hijos quienes padecen alguna discapacidad. Adriana Escalante Baltazar, encargada de la Guardería Ángeles para Lucy abre sus puertas desde las 7 de la mañana para recibir a niños con parálisis cerebral, autismo, Síndrome de Down e hidrocefalia desde 45 días de nacido hasta 17 años a quienes se les atiende con cuidados y diversas actividades que les ayuda integrarse a la sociedad. Desde el periodo escolar anterior se comenzó a trabajar para lograr la inclusión de los niños con discapacidad a escuelas regulares, "desafortunadamente aún no se ha tenido una respuesta muy favorable. Sí nos han abierto las puertas en algunas instituciones pero luego se les manda a escuelas especiales", explica Adriana Escalante. Además, los niños que viven alrededor de la guardería se les invita durante el verano a participar en clases de música, para que convivan y de esta forma generar la inclusión. En Ángeles para Lucy por las mañanas asisten para su cuidado en donde se desarrollan en manualidades, pintura, música y durante verano participan en clases de natación en (Young Men´s Christian Association) YMCA. "Hasta el momento lo único que se nos complica es el medio de transporte ya que hay me mover a los niños. Por las mañanas llegan aquí y si están en el kinder por la tarde los arreglamos y los llevamos a sus clases", explica. Ángeles para Lucy se fundó hace siete años ante la necesidad de Adriana Escalante al nacer su hijo Luis Carlos con Síndrome de Down, ya que no existía un lugar donde lo cuidaran para salir a trabajar. "Yo me quedé sin mi esposo ya que al nacer mi hijo con una discapacidad él decidió irse". Con 10 años de edad su hijo Luis Carlos ha logrado una buena convivencia con los demás, a parte toma sus clases regulares para en un futuro llegue a ser independiente. Y para incentivarlo asiste a sus clases de música y forma parte de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca. Actualmente la señora Adriana recibe entre 10 y 12 niños con diversas discapacidades. Con el apoyo de su hijo Christian y algunas madres de familia, es como la guardería Ángeles para Lucy continúa ofreciendo a padres de familia un espacio donde se les brinde cuidado y atención a sus hijos. Para obtener recursos y continuar con su labor están de forma permanente en el programa de reciclado en el que sus vecinos y demás personas se han unido de forma voluntaria. Ellos se ubican en Circuito de Medicina #9263 colonia Villas Universidad.  

Voluntarias Vicentinas apoyando a personas de la tercera edad

Las Voluntarias Vicentinas abren un espacio para adultos mayores para que reciban terapia ocupacional y recreativa en donde por semana asisten 60 personas para convivir y participar en diversas actividades. Quienes asisten son en su mayoría mujeres quienes aprenden a hacer manualidades, bisutería, bordado, pintura textil, tejen, tai chi, bailoterapia, clases de cocina nutritiva, entre otras, así como el viernes social de convivencia. "Es para aquellos adultos mayores que en muchas ocasiones están solos, que sus hijos ya no tienen tiempo de atenderlos y aquí se abre el espacio para que ellos se sientan útiles", explica María Teresa Zúñiga Silva, tesorera. Los asistentes aportan una cooperación simbólica de 40 pesos mensuales con lo que además reciben un pequeño refrigerio. De lo que ellas mismas confeccionan lo ponen a la venta y les sirve como apoyo económico, en el pasado evento de Morelando las mujeres llevaron bisutería, bolsas bordadas, mandiles bordados y muchas cosas más que fueron de gran interés para el público. Según explica Gerarda Rivera Anaya, presidenta del Consejo Local de las Voluntarias Vicentinas en Torreón se fundó la asociación hace aproximadamente 60 años y ya tiene 400 años de existir en el mundo "Ahora estamos próximo en abrir un comedor  y también tenemos un dispensario que se ubica en Fresnos #105 colonia Lucio Blanco". Además se está trabajando en la remodelación de un espacio para la construcción de un techo nuevo ya que estaba en muy malas condiciones y lo cual se logró gracias a un redondeo hecho por Al Súper. Si deseas apoyar a las Voluntarias Vicentinas en especie y de forma económica puedes acercarte a Avenida Escobedo #1048 Oriente y al teléfono 7 17 68 76.

En espera de un abrazo

El Hogar de la Misericordia de Torreón atiende a 24 personas de la tercera edad quienes carecen de recursos y compañía. Su día a día se desarrolla entre actividades físicas y mentales que permitan fortalecer su salud. Con atención médica durante las 24 horas del día, los ancianos reciben los cuidados necesarios para ayudarlos a mejor su calidad de vida. Se les brinda vestido, calzado, hospedaje, terapias y alimentación. Son 15 hombres y 9 mujeres quienes viven actualmente en el Hogar de la Misericordia y no cuentan con el apoyo de su familia y no tienen la posibilidad de aportar económicamente para su sustento, sin embargo no se escatima en ofrecerles lo necesario. Diariamente los habitantes del Hogar realizan diversas actividades que les permite mantenerse física y mentalmente activos. Ya sea con juegos de mesa como lotería o cartas, y ejercicios para quienes estén en posibilidad de hacerlos, así como terapias que otros más requieran, es que viven su día a día. "Todos los que están aquí es porque no tienen ninguna compañía que se haga responsable por ellos. Además su estancia es sin ninguna aportación económica. Nosotros buscamos que ellos tengan una mejor calidad vida ya que la gran mayoría que llega son canalizados principalmente por el DIF", explicó Valentín Ulloa, director del Hogar de la Misericordia de Torreón. A pesar de contar con un techo y sustento, los ancianos añoran el momento cuando jóvenes de instituciones de educación los visitan. "Un abrazo y la compañía es el mejor regalos que ellos pueden recibir. Es por ello que abrimos las puertas a quien desee visitarnos y conocer el lugar". Hogar de la Misericordia se sostiene gracias a donativos y diversas actividades como bazares, rifas, hamburguesadas, pollocoa y más. Lo que se logre recaudar es para solventar los gastos y lograr continuar con esta loable labor.

Protegiendo a las niñas laguneras

Es una casa hogar en donde se albergan actualmente se albergan 30 niñas de entre 5 a 12 años, las encargadas de la casa son un grupo de cuatro monjas. A las niñas que se encuentran en esta casa se les da educación académica de kínder, primaria y secundaria. El perfil de las niñas es de un hogar desintegrado, donde viven situaciones de vulnerabilidad en varios aspectos.

Al ingresar se realiza un descernimiento en para comprobar si realmente la niña es apta para entrar a la casa hogar, que realmente tenga necesidad. La misión del albergue es rescatar a estas niñas y protegerlas, ofreciéndoles un espacio digno para su desarrollo en el aspecto humano, espiritual y educativo.

Dentro de las actividades que se realizan está el ir a la escuela por la mañana, de 7:00 a 15:00 horas. Al momento de regresar de la escuela se les da de comer y hacen limpieza de algunas áreas de la casa, para después disponerse a hacer su tarea y actividades de deportes, música, entre otras.

También se atiende el área espiritual, todas las tarde las hermanas y las niñas rezan el rosario. Se les imparten clases de catecismo y se les prepara para los diferentes sacramentos de la iglesia, bautizo, primera comunión, confirmación. Todos los lunes se ofrece una misa para que las niñas participen.

Cuentan también con área de nutrición para llevar una alimentación balanceada, y un área de psicología donde se les ofrece a las niñas terapia  por las situaciones que hay en casa.

Las niñas asisten al albergue de domingo a viernes, para que asi también tenga convivencia con su propia familia, y no les sea abrumador el estar todo el tiempo dentro de la casa.

La forma en que se sostiene económicamente el albergue es por medio de bienhechores, que deciden aportar una cantidad de efectivo para el sustento de esta noble causa. Se cuanta con  un bazar permanente para que así tener un ingreso fijo. La hermana María Mercedes Chávez Tabares invita a la sociedad a aportar un poco a esta labor, ya sea pasando directamente a las instalaciones de la casa o bien llamándolas para solicitar un número de cuenta bancario.

 

Unidos para apoyar al prójimo

Acción Social de Torreón se fundó hace 50 años a solicitud del señor Obispo de Torreón quien en conjunto con un grupo de señoras altruistas vieron la necesidad de atender la clase más desprotegida y comenzaron a brindar apoyos. Al pasar de los años y ante el crecimiento de las necesidades se empieza a ver que la labor debe ser específica según quien lo requiera  y es cuando se crean patronatos para atender diferentes situaciones como a niños en la orfandad, personas con discapacidad, a mujeres embarazadas que no querían continuar con la maternidad, enfermos, personas de la tercera edad sin familia y otros. Actualmente se tienen aproximadamente 20 patronatos que atienden en la Comarca Lagunera y cada una de las instituciones apoya a un grupo como la Casa del Misionero Enfermo del Padre Manuelito, Casa del Padre Estala, Casa Cuna, Albergue del Padre Manuelito, Casa de Protección a la Joven, entre otros "Cada asociación se empieza especializar para brindar apoyo según las necesidades de quien lo requería. Cada grupo forma un patronato que se encarga de recabar fondos a través de actividades para solventar sus gastos. Acción Social tiene un despacho contable y tiene la autorización de dar recibos deducibles y al recibir donaciones se canaliza a cada grupo", explica Chepis de Pérez, presidenta de la Acción Social de Torreón. La también presidenta del patronato del Hospital Universitario es importante continuar con la labor de ayudar. "Aunque sea con un poco de tiempo para visitar a los enfermos es importante estar con la gente, además de entregarles medicamento, vestido, zapato y más que se requiera. Se ha salido adelante gracias al apoyo de todas las asociaciones". Si estás interesado en apoyar puedes dirigirte a Casa de Cristiandad al teléfono en 712 87 00 con la señorita Bety.