Son durante los meses de febrero, marzo, abril, septiembre, octubre y noviembre cuando la presencia del piojo es más notoria, y esto porque el clima óptimo para la generación es el templado, así lo explica Adriana Flores fundadora de la Asociación Mexicana para la prevención y erradicación de la pediculosis. Resalta que dicho problema no es una situación de higiene, sino que actualmente existe una plaga que se prolifera sobre todo en niñas de preescolar, primaria y secundaria, esto porque son quienes mantienen una larga cabellera. Lo más recomendable para evitar la propagación es revisar exhaustivamente al menos una vez por semana la cabeza de las niñas y utilizar un peine metálico que ayudará a eliminar el piojo. Este peine se puede comprar en tiendas o farmacias, su precio llega a ser de 250 o 300 pesos. El peinado hay que realizarlo detenidamente y por mechones y hacerlo como un hábito semanal. Si se detecta que la niña tiene el problema hay que avisar a la maestra de la institución para que tome las precauciones necesarias. Esto no quiere decir que la profesora excluirá a la pequeña, sino que tendrá que informar a las mamás de las demás compañeras ya que es una situación que todas deben de considerar y hacer lo necesario para erradicarlo. "El gran problema que tenemos es que muchas de las veces son las madres de familia las que sienten vergüenza de decir lo que pasa y se quedan calladas, y aunque a sus hijas se les limpie rutinariamente si sus amigas son portadoras de liendres o piojos no se erradicará y continuará". Actualmente la asociación continúa ofreciendo pláticas para la prevención y erradicación de la pediculosis y en este 2016 trabajará en conjunto con el Instituto para el Desarrollo Humano Integral y el Fomento Educativo (INDHIFEC) para formar una Escuela para padres y compartir su experiencia en instituciones de educación de Gómez Palacio. Al proyecto se unirán otras asociaciones.